Innovación a flor de piel

En la vida cada día surgen cosas nuevas. Inventos, prototipos, ideas, productos, experimentos, actualizaciones de lo que fue y avances de lo que será. Es tal el bombardeo de innovaciones, que es casi imposible para el ser humano capturar y procesar la decima parte de esa información y acoplarse a ella. Esta especie de rivalidad con la innovación, nos está sonsacando nuestra inteligencia y/o capacidad de procesar el cambio y seguir el ritmo despiadado que está tiene.

Es por ello que nos vemos obligados a crear y crear, a pensar y no descansar, a muchas veces explorar en lo más profundo del agotamiento mental para intentar hallar algo que nos pueda servir para poder lograr nuestro cometido. Todos necesitamos ser creativos en cualquier área en la que nos desempeñemos, porque el mundo es tan egoísta que el que no se sintonice e intente innovar siempre; es tomado como la oveja perdida del rebaño.

Por ello es de vital importancia innovar y la principal base para poder salirse de los esquemas es la inspiración. La inspiración es algo muy personal; puede estar en una persona, en una canción, en una flor, casi que en cualquier cosa. Pero quisiera compartir con ustedes una canción fuente de inspiración para mí y sé que para muchos, está se encuentra en esa información ignorada del amplio universo de la innovación.

Laura Rojas